Somos los principales responsables del impacto medioambiental en nuestro planeta por lo que nuestras decisiones de compra y de vida, nuestros comportamientos individuales y colectivos como ciudadanos del mundo cambian las tendencias del mercado, modifican el aprovechamiento que hacemos de la naturaleza y con ello, la relación del ser humano con el medio ambiente.
Si queremos consumir y no desperdiciar, si queremos que nuestras compras y hábitos diarios sean lo más sostenibles posibles, debemos conocer y seguir las llamadas «7 Rs» del ciudadano ecológico. Estos siete consejos suponen unas pautas de consumo más justas y respetuosas con la naturaleza que podemos llevar a cabo individualmente porque ¡TÚ DEBES SER EL CAMBIO QUE DESEAS VER EN EL MUNDO!
1. Reflexionar
Todo empieza por llegar a ser conscientes de que toda acción humana afecta de forma directa o indirecta nuestro ecosistema. La información y la educación son claves no solo para tener más y mejor, como solemos pensar, sino para consumir con mayor consciencia: consumir productos locales y de temporada, usar el transporte público o la bicicleta, apoyar las energías renovables, etc.
2. Rechazar
No incluir en la cesta de la compra productos tóxicos, no biodegradables o no reciclables. Los sellos FSC, MSC y Ecolabel sobre todo respecto a los productos de limpieza ecológicos, etc. nos aseguran el respeto a la sostenibilidad de los recursos naturales.
3. Reducir
Consumir con inteligencia, por un lado, comprando solo lo necesario, por otro, evitando productos con un empaquetado excesivo. A su vez, se debe reducir el consumo de agua y energía.
4. Reutilizar
No debemos consumir productos de usar y tirar y tenemos que hacer todo lo posible por alargar la vida útil de los bienes que compramos como por ejemplo no utilizando bolsas de plástico para hacer la compra, sino bolsas de
tela, usando pilas recargables, aprovechando embalajes para guardar otras cosas antes de tirarlos definitivamente, informándonos sobre la obsolescencia programada de los bienes tecnológicos, etc.
5. Reciclar
Cuando reciclamos evitamos que una buena parte de nuestra basura acabe en vertederos. Los beneficios medioambientales del reciclaje son múltiples.
6. Redistribuir
Consiste en distribuir de una manera más equilibrada la riqueza para evitar que la pobreza no solo afecte a los habitantes de los países más empobrecidos sino también al medio ambiente. ¿Cómo podemos hacerlo desde la cesta de la compra? Adquiriendo productos con una menor huella ecológica o basados en principios de comercio justo.
7. Reclamar
El cambio empieza por uno mismo, pero no se queda solo en las acciones cotidianas. Como ciudadanos tenemos derecho y debemos reclamar a las autoridades, instituciones y empresas más medidas para conservar y recuperar el medio ambiente, más infraestructuras para poder reciclar, un mayor apoyo a los productos ecológicos y a las energías renovables, más productos reciclables, más información, etc.
Si todos aportamos nuestro granito de arena, seguro que podríamos conseguir un cambio, solo debemos concienciarnos del poder que tenemos cada uno de nosotros para mejorar el mundo en el que vivimos.